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Cómo perder peso de forma saludable: ¿Por dónde empiezo?

Durante las épocas pre estivales son muchos los deportistas que buscan dejar atrás las fiestas navideñas y empezar a mejorar su composición corporal. Antes de empezar nuestra programación nutricional y de entrenamientos orientados a la pérdida de peso debemos concretar qué peso objetivo estamos buscando y establecer valores y controles referenciados y estandarizados.

¿Cuál es mi peso ideal?

Seguro que es algo que alguna vez has pensado a la hora de hacer una planificación nutricional enfocada a la pérdida de peso. Pues bien, el término “peso ideal” no se debería emplear como punto de referencia cuando hablamos de nutrición deportiva. En el deportista, es importante establecer una correcta composición corporal (% grasa, músculo, hueso y tejido residual) en lugar de preocuparnos por alcanzar un peso concreto. Por ejemplo, a un maratoniano de 1,70 m de altura se le atribuye un peso ideal de 65 kg, sin embargo, el bajo índice de grasa que debemos buscar en estos atletas hará que el peso real sea mucho menor. Ese será nuestro objetivo.

Si ahora tu pregunta es “¿qué % graso es el ideal para mi”? o ¿”cómo puedo saber mi % de grasa”?, la respuesta es sencilla: deberás someterte a un análisis de composición corporal y que un profesional de la nutrición analice tu perfil antropométrico (mediante mediciones de pliegues cutáneos, perímetros y diámetros corporales). A partir de aquí, podrá elaborar tu somatocarta (o tu grado de linealidad, anchura y tejido muscular) y compararla con la del deportista referencia en tu modalidad. Esta es la manera más eficaz y completa de establecer objetivos de grasa y músculo. Si no dispones de ningún antropometrista en tu círculo de contactos (¡que seguro que sí!) puedes recurrir a la bioimpedancia como herramienta que te permita conocer tu composición corporal. Las máquinas de bioimpedancia (BIA) realizan mediciones de tu agua corporal y, a partir de esta, nos marcan los valores de grasa corporal o tejido magro. Debido a su mecanismo de acción, es obvio pensar que situaciones como el embarazo o el ciclo menstrual (periodos donde hay una modificación del estado hídrico en el organismo) alterarán los valores, así como el hecho de una dieta muy alta o muy baja en hidratos de carbono (que provocará una mayor o menor cantidad de agua en nuestros músculos). No es una herramienta con la misma fiabilidad que la antropometría pero nos puede dar una idea de nuestra composición corporal.

Ahora que ya conozco mi composición corporal, ¿cómo consigo ajustarme a las referencias que me han marcado?

El primer paso será valorar si tus objetivos son realistas o no. Si tu nivel de entrenamientos no está a la altura de un atleta de élite, no esperes conseguir la misma composición corporal que este. Una vez revisados los objetivos, hemos de acotarlos en el tiempo y cuantificarlos. Junto a tu nutricionista, deberías trazar los plazos correctos que permitan una correcta pérdida de peso sin afectar al rendimiento deportivo ni, sobretodo, a tu salud. Una vez realizado este paso, hemos de cuantificar nuestro objetivo, numerarlo (¿cuántos kilogramos de grasa tengo que perder? o ¿cuántos kilogramos de músculo tengo que ganar?). A partir de aquí, se deberá adaptar la pauta nutricional y entrenamientos para conseguir nuestro propósito. Recuerda: “No es importante lo que pesas, sino qué te pesa y dónde te pesa”.

Alimentos que potencian tu masa muscular

Ganar masa muscular no sólo depende del esfuerzo en el gimnasio, sino también de una nutrición adecuada que proporcione los elementos esenciales para el crecimiento muscular. Te enseñamos una lista de alimentos que son verdaderos aliados en tu búsqueda de una masa muscular sólida y definida.

Proteínas de calidad

Pollo sin pielRico en proteínas magras y fácil de incorporar en diversas preparaciones.
Salmón y trucha. Altos en proteínas y ácidos grasos omega-3, estos pescados grasos promueven la salud cardíaca y muscular.
Huevos.La proteína de huevo es de alta calidad y contiene aminoácidos esenciales.

Productos lácteos

Yogur Griego. Alto contenido proteico y proporciona calcio esencial para la contracción muscular.
LecheFuente de proteínas y calcio, esencial para la salud ósea y muscular.

Carnes magras

Ternera Magra. Abundante en proteínas y hierro, crucial para el transporte de oxígeno durante el ejercicio.
Pavo. Bajo en grasa y rico en proteínas, es una opción saludable para construir músculo.

Legumbres

Lentejas y garbanzos. Aportan proteínas vegetales, fibra y carbohidratos de liberación lenta.
Quinoa. Contiene todos los aminoácidos esenciales y es rica en nutrientes.

Frutas y verduras

Aguacate. Rico en grasas saludables y calorías, ideal para aumentar el aporte calórico.
Plátanos. Fuente rápida de energía debido a su contenido de carbohidratos y potasio.

Frutos secos y semillas

Almendras y nueces. Proporcionan grasas saludables y proteínas, ideales como snacks energéticos.
Semillas de chía y lino. Cargadas de ácidos grasos omega-3 y fibra, son perfectas para mantener la saciedad.

Al incorporar estos alimentos en tu dieta diaria, estarás proporcionando a tu cuerpo los nutrientes necesarios para maximizar el crecimiento muscular. Recuerda mantener una dieta equilibrada, ajustando las porciones según tus necesidades individuales y consultando con un profesional de la salud o un nutricionista si es necesario.

Las 5 claves para iniciarse en el entrenamiento de fuerza

En el mundo del Fitness es muy común ver en los gimnasios y centros deportivos a personas iniciadas que ya sea por miedo a preguntar a los profesionales del centro o por seguir “rutinas” dudosas de internet acaban realizando entrenamientos que no les encaminan hacia sus objetivos y que incluso pueden acabar en algo peor, una lesión.

Por ello, desde Dmx, queremos darte una serie de consejos que  que pueden ayudarte a empezar con buen pie en el entrenamiento de fuerza y  no cometer errores que te hagan perder el tiempo.

Las 5 claves para empezar

1.La técnica es lo primero

Uno de los primeros puntos que debes de controlar al empezar en el entrenamiento de fuerza es la técnica de los ejercicios básicos. Empieza con las máquinas guiadas y progresa hacia el peso libre. Aprender la técnica de los patrones básicos de movimiento y trabajar en ellos potenciará tus resultados.

2.Frecuencia antes que intensidad

Lo principal a la hora de iniciarse en el gimnasio es la repetición debido a que necesitaremos automatizar los gestos para luego poder aumentar la intensidad evitando el riesgo de lesión. Para ello, empieza con entrenamientos Fullbody en los que trabajes todo el cuerpo, de esa manera tu cuerpo se adaptará progresivamente tanto a la ejecución de los ejercicios como a la carga del entrenamiento.

3.Progresa en las cargas

En el momento que domines las cargas de tus entrenamientos sigue progresando en ellas. Algunas de las opciones que tienes son:

Aumentar el número de repeticiones manteniendo el peso.
Aumentar el peso manteniendo el número de repeticiones.

4.Tu objetivo está en el largo plazo

Cuando empezamos a entrenar queremos dar lo mejor de nosotros mismos y nos exigimos entrenamientos que a largo plazo son muy complicados de mantener en el tiempo. Tienes que ser realista y marcarte un ritmo de entrenamiento que sepas que puedes mantener. Al principio todos estamos muy motivados pero luego la motivación disminuye y es la disciplina la que toma el mando y para ello tienes que ponértelo fácil.

5.La vergüenza se queda en casa

Muchas personas en el gimnasio tienen miedo de preguntar al profesional de sala y esto es un error. El/la monitor/a está para ayudarte y guiarte en tu proceso de mejora, dar el paso te agilizará el aprendizaje.

Espero que con estas pautas puedas tener un punto de partida desde el que empezar, como tú todos hemos tenido un primer día, ahora te toca ponerte manos a la obra.